El final del siglo XII vio el desarrollo de las llamadas iglesias-torre en Polotsk y Smolensk; este diseño se extendió más tarde a otras áreas, como Kiev y Chernígov.En las iglesias moscovitas posteriores, los masivos bancos de kokoshniki evolucionaron hacia una distintiva forma piramidal.La ornamentación combinaba la carpintería nativa, oriental, con motivos del renacimiento italiano y góticos alemanes.Como resultado, los edificios del noroeste tienen paredes de textura muy gruesa, como si se moldeasen a mano en arcilla.Una primera solución al problema fue disponerlo por encima del cuerpo principal de la iglesia.Una vieja crónica rusa recoge que el príncipe Vladimiro I de Kiev (ca.Naturalmente, el interior de las catedrales es el escenario más magnífico para la liturgia ortodoxa.Los mismos iconos sirven no sólo como objetos sagrados, sino también como componentes arquitectónicos de las iglesias y catedrales a las que pertenecen.No sólo canalizan lo divino en sí mismos, sino que también juegan un papel en la creación de toda la experiencia estética del culto ortodoxo ruso.[3]: 108 Las iglesias ortodoxas rusas tienen muchos componentes rituales que son inseparables de la arquitectura del edificio.[6] Los muros-pintura realzan la arquitectura de la iglesia y contribuyen a la experiencia sensorial.