La arquidiócesis tiene como sufragáneas a las diócesis de: Pelplin y Toruń.
Tres años más tarde, el 30 de diciembre de 1925, con la bula Universa christifidelium del papa Pío XI, la diócesis de Dánzig fue erigida en el mismo territorio que la administración apostólica y Edward O'Rourke se convirtió en su primer obispo; la nueva diócesis quedó inmediatamente sujeta a la Santa Sede.
Este hecho despertó la ira del gobierno alemán, que lanzó una campaña para desacreditar al obispo e impedirle ejercer sus funciones; O'Rourke se vio obligado a dimitir en junio de 1938.
Lo sucedió Carlo Maria Splett de origen alemán.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial, los 12 sacerdotes polacos del clero diocesano fueron arrestados y 7 de ellos murieron en prisiones alemanas.
La sede fue confiada a los administradores diocesanos: Andrzej Wronka (1945-1951), Jan Cymanowski (1951-1956) y Edmund Nowicki (1957-1964).