Cuando la joven Arminda mostró talento para el piano, sus padres se aseguraron de que recibiese la mejor instrucción.
Schutte estudió en el Conservatorio Municipal de La Habana y debutó en 1928, ofreciendo el concierto para piano N.º.
Las lecciones se llevaron a cabo en francés, ya que no conocían el castellano y en ese momento sabían muy poco inglés.
A continuación, llevó a cabo en el show de radio de la General Electric (la WGY (en AM) en Schenectady, Nueva York, donde realizó el Concierto para piano N.º 1 en si bemol mayor, Op.
Este fue un período difícil de la familia, ya que su hermano menor murió en 1965, y su madre en 1966.
Ella primero se quedó con la familia, pero posteriormente Schutte se trasladó por su cuenta, y compró una pequeña casa, estudió inglés, y comenzó a enseñar clases particulares, dependiendo inicialmente en su reputación dentro de la gran comunidad cubana.
El arte de Schutte se caracterizó por una técnica pianística trascendental, eficiente, sin afectación ni extravagancia, y casada con talento interpretativo, así como a una amplia formación cultural, sólida y refinada.
(Curiosamente, nunca interpretó el Concierto para Piano de su compositor favorito, Robert Schumann.)
Schutte administró una variada base teórica preparada para sus alumnas, y usaba la Théorie de la Musique de Adolphe Danhauser, como marco, complementado por otros estudios interválicos, escalares y armónicos.