Proveniente de una familia acomodada, siempre tuvo un carácter retraído y melancólico.
Su padre, Alberto Rubio Riesco, fue también poeta, además de abogado y juez.
A los 20 años fue padre de Rafael Rubio Barrientos, también poeta.
Su única publicación, póstuma, es Ciudadano, aunque publicó en las revistas La Bicicleta, Atenea, Andrés Bello y en las antologías Ganymedes/6 y Poesía para el camino.
Fue amigo del poeta Rodrigo Lira, quien le dedicara un poema.