Armand Reclus

Los Estados Unidos e Inglaterra también habían considerado proyectos similares y tenían sus ojos puestos en dos rutas posibles: Nicaragua y Panamá (por entonces Estado Federal de Colombia).: «[…] distintos proyectos, que sucesivamente se habían ido presentando, adolecían de defectos, los cuales dieron lugar á que uno tras otro fueran desechados, porque ninguno daba al comercio del mundo un paso ancho y suficiente, cual lo necesita, un Bósforo libre, extenso y de gran fondo, en el que los buques de más alto bordo pudieran aventurarse á cualquier hora, sin riesgo á las altas y bajas de la marea(…) »De toda la considerable superficie que en la América Central forma el istmo, en el año 1875 sólo quedaba una sola región que no hubiera sido estudiada completamente á conciencia por la expedición americana (...)del comandante Selfridge, y ésta era el Darien meridional...por la exploración del extenso valle del Paya, que en 1866 hiciera M. de Lacharme, podía llegarse á creer en aquel punto una brusca interrupción de la cordillera».Wyse estudiaba la cuestión; hacía mucho tiempo que, soñando en la apertura de un canal interoceánico, ocho años antes, había llevado a cabo serias y detenidas exploraciones sobre el río Bayano, hasta bastante más allá de la aldea de Pirrea, enclavada en el territorio de los indios salvajes; esto es, hasta un punto en donde antes que él ningún blanco se había atrevido á llegar, tanto por haber retrocedido ante los grandes obstáculos con que habían tropezado, por las enfermedades que son allí tan frecuentes y que les habían hecho volver atrás, como por el natural feroz y sanguinario de los habitantes de aquellas regiones.»El Congreso internacional de Ciencias geográficas que se reuniera en París el año 1875 presentaba una ocasión favorable, y todo el interés de los hombres ilustrados que lo componían fijóse en la cuestión del istmo americano, discutiéndose muy detenidamente la elección del punto que más convenía para la apertura del paso.» (Op.[4]​ Reclus publicó las crónicas de sus expediciones en Le Tour du Monde (1880) y Le canal de Panama, l’isthme américain: Explorations; comparaison des tracés étudiés, négociations; état des travaux (París, Librairie Hachette et Cie., 1886), que fueron apareciendo por entregas profusamente ilustradas con grabados en madera.
Rutas proyectadas de un canal interoceánico a través de Panamá (arriba) o Nicaragua (abajo), en un mapa alemán de 1888. El proyecto del canal francés era a nivel, sin lagos, diferente al que se hizo.
Armand Reclus en su gabinete de la selva panameña.