La archidiócesis de Narbona es una antigua jurisdicción eclesiástica metropolitana existente desde el siglo IV al XVIII que tuvo su sede, primero episcopal y a partir del siglo VIII arzobispal, en Narbona.
Incluyó extensos territorios a un lado y otro de los Pirineos orientales, tanto en Occitania como en otros condados que constituyeron la Marca Hispánica carolingia, como los condados catalanes.
A fines del siglo VIII se elevó al rango de arzobispado.
Entre los arzobispos de Narbona cabe destacar a Arnaldo Amalric, quien dirigió la cruzada albigense contra los cátaros predicada por el papa Inocencio III.
Arnaldo es célebre por serle atribuida la frase «¡Matadlos a todos.