Esta abadía benedictina se fundó en el 936 por voluntad del conde Ramón III de Tolosa y su esposa Garsenda.
Esta nueva construcción fue inaugurada por el papa Urbano II en 1096, cuando aún no estaba terminada.
El abad Pierre Roger pasó a ser el primer obispo de la diócesis.
A finales del siglo XV se trabajó en la construcción de una nueva cabecera de la iglesia, pero en 1567 el lugar fue atacado por los protestantes que volvieronn a dejar los edificios en ruinas.
En la fachada occidental se conserva un portal románico, (la Puerta de los Muertos, denominada así porque comunicaba con el cementerio) decorado con arquivoltas y la representación del Sol y la Luna.