Es un municipio comercial, debido a su ubicación geográfica; sus habitantes poseen buena habilidad para el comercio.
Y en relación con los motivos que hubo para llamarlo Aranzazu se tejen varias hipótesis, ninguna sin confirmar plenamente.
Según el texto del fraile franciscano, es un lugar donde se respira espiritualidad, con un aire de recogimiento, que invita a la contemplación.
Tomando este nombre para el municipio caldense, la legislatura hacía dos reconocimientos a la vez.
Desempeñaba la Presidencia Pedro Alcántara Herrán quien, valga la anotación histórica, reemplazó en el cargo a José Ignacio de Márquez.
Creemos, por lo tanto, que Juan de Dios Aranzazu merece una mención más amplia.
A su trayectoria política dedicamos, en consecuencia, el siguiente segmento, porque es interesante que las nuevas generaciones tengan conocimiento de su trasunto vital.
A responder este interrogatorio fueron llamados los señores Gabriel Peláez, Mateo Aristizábal, Ramón Gómez y Jesús Duque.
Más adelante agregan: “Por allá en el año 1852, algunas familias del antiguo Cantón de Marinilla, estrechas en su tierra natal y no bien favorecidas por la fortuna, resolvieron situarse en lo que hoy lleva el nombre de Aranzazu”.
Porque, como lo señalamos arriba, ya para el año 1843 había varias familias habitando estos terrenos.
El Sacerdote José Felipe López Montes, citado en varias oportunidades, en su libro “Historia de Aranzazu”, cuya primera edición circuló en 1934, presenta una larga lista de personas como fundadores del poblado.
En los nombres anteriores coinciden algunas personas que se han interesado en escudriñar la historia de Aranzazu, como el médico Oftalmólogo Marino Alzate Ospina, el abogado Antonio José López García y el educador Roberto Agudelo Flórez, todos fallecidos.
También José Luis Ramírez Arcila quien, como atrás se dijo, dejó inédito un trabajo sobre la historia de Aranzazu hasta 1949.
Aunque algunos historiadores señalan que su fundación se efectuó en terrenos propiedad de la sociedad González Salazar y Cía, hay quienes afirman que en esa época esos terrenos pertenecían al señor Jesús María Duque.
El primer nombre que se le colocó al pequeño poblado fue El Sargento.
Posiblemente consideraron que El Sargento no era un nombre bonito, sonoro, agradable al oído.
Además el gentilicio quedaba sonando hueco, sin contenido, con ausencia de poesía.
No se ha podido establecer, sin embargo, quién sugirió a la mencionada legislatura el cambio de nombre.
Aranzazu tiene bajo su jurisdicción los siguientes Centros poblados: Fue diseñado por Eduardo Ramírez Castro.
La primera faja es de color blanco que simboliza la pureza, firmeza y elocuencia.