[1] Sus fundamentos didácticos se enmarcan en la pedagogía del aprendizaje-servicio cuya potencialidad para el cambio educativo ha sido reconocida por la UNESCO.
[3][4][5] El enfoque del aprendizaje-servicio solidario es el resultado de la reflexión sobre la pedagogía del aprendizaje-servicio en América Latina, aunque hoy se expande en el escenario global y ha sido adoptado, por ejemplo, en Europa Central y Oriental.
[10] El AYSS busca superar las visiones asistencialistas y paternalistas de la acción solidaria[11] ligadas a la beneficencia, para desarrollar una solidaridad concebida como encuentro que permite a los destinatarios de la acción ser partícipes activos en la lucha por la justicia, la resolución de los desafíos que se les plantean y la consecución de la autonomía personal y colectiva[12] Por esta razón, el aprendizaje-servicio no es una búsqueda limitada a los privilegiados; sino que todas las personas pueden contribuir a un proceso dialógico de fomento del bienestar en sus comunidades.
[14][15] Así entendida, la solidaridad que promueve el AYSS se basa en la práctica de actitudes prosociales colectivas de comprensión, escucha activa, aceptación, compromiso, respeto, empatía y reciprocidad.
Acciones como la mejora en la calidad del agua en una comunidad, el fomento de emprendimientos productivos o el desarrollo de estrategias para valorizar el patrimonio histórico suelen involucrar no sólo tiempos más largos, sino también conocimientos más complejos y un mayor grado de alianzas con otros actores comunitarios.