Finalmente fue elegida superiora general del instituto en 1925, año en el que durante el IX capítulo general de la congregación inició el proceso para la beatificación y canonización de la madre fundadora, Joaquina de Vedruna, para lo que viajó a Roma, siendo recibida por el papa Pío XI.
[3]Durante su mandato se centró en la expansión del instituto, llegando a fundar las casas de Buenos Aires en Argentina; Vigo, León, Murcia y Alcoy en España; y otras cuatro en Francia.
[2][5] La tarde del 8 de septiembre la religiosa fue llevada a la torre de la Muerte, en el paseo de San Juan esquina a la calle Provenza, junto a Ángeles Vinyas y Nemesio Danver, quienes también estaban detenidos, donde tras declarar ser una religiosa fue asesinada.
A través del proceso de beatificación se publicaron detalles sobre su muerte, ya que según un testigo que dijo haber oído a dos milicianos hablar sobre algunos detalles sobre su muerte, según los cuales fue llevada al patio central, desnudada y tras negarse a apostatar, fue atada de muñecas y tobillos, colgada de un gancho de la pared para posteriormente ser aserrada viva y descuartizada y sus restos fueron echados como cebo para los cerdos.
En dicha celebración el pontífice subió a los altares unos 498 mártires de la Guerra Civil Española del siglo XX.