Literatura apocalíptica

El término «profeta» (del griego prophétes) significa «aquel que muestra o denuncia algo ante alguien».

Se puede trazar un paralelismo, si no una identificación, entre el "profeta" del Antiguo Testamento y el "vidente" de los apocalipsis.

Otro momento de gran crisis para el mundo judío se vive en el siglo I a. C.: en el 63 a. C. Pompeyo conquista Jerusalén, los romanos ocupan Palestina y el poder real y sacerdotal de Jerusalén está bajo la tutela romana.

Conviven muchas facciones político-religiosas (fariseos, saduceos, asideos, zelotes, esenios...) y se experimentan grandes esperanzas mesiánicas.

Después del 73 aumentan los conflictos entre judíos y cristianos hasta la casi total ruptura en los años 90.

Los textos apocalípticos que han sido incorporados al canon de la Biblia son los siguientes: Además: Los siguientes son libros que pertenecen al género apocalíptico, pero que no son aceptados dentro del canon bíblico: La salvación de la literatura apocalíptica en general se debe al cristianismo, en cuyas biblias aparecían estas obras.

Juan recibe el Apocalipsis de Hans Memling .
Apocalypse de Albert Goodwin