Fue candidato para el consulado en 482 a. C., pero, debido a la oposición de los tribunos, no tuvo éxito.
También se había ganado el favor de la plebe al nombrar a dos decenviros plebeyos.
[3] Para completar estas diez primeras leyes, se decidió renovar la comisión con la elección de nuevos decenviros.
Otras nueve personalidades fueron elegidas, formando el Segundo colegio de decenviros.
Pero no vivió para ser sometido a juicio, pues según Tito Livio, se suicidó.
[7] Sin embargo, en los Fasti Capitolini el decenviro aparece como cónsul por segunda vez y sus filiaciones coinciden, por lo que identifica implicitamente a ambos personajes.