), 6 de agosto de 1886) fue un político y militar español que participó en la primera guerra carlista como parte del bando cristino.
Fue nombrado «hijo adoptivo» por los ayuntamientos de Granada, Guadix, Baza, Adra y Berja.
Tomó parte en las más difíciles operaciones militares de la Primera Guerra Carlista.
Mandando una brigada del ejército de Castilla la Nueva combatió la insurrección ocurrida en Madrid el 22 de junio de 1866, habiéndosele encomendado la sumisión de la plaza de Santo Domingo, donde los artilleros sublevados tenían sus principales fuerzas, y lo consiguió por completo, haciendo muchos prisioneros, recogiendo cañones y armas, y mereciendo que el general O'Donnell, entonces jefe del Gobierno, le tributase personalmente los más completos elogios.
El período que permaneció en Granada fue el más venturoso de la vida militar del general Rey, pues a pesar del desasosiego que reinaba entonces en toda la Península, no hubo que lamentar en aquel distrito un solo suceso desagradable, ni siquiera cuando se llevó a cabo el desarme de la Milicia nacional en 1869, con un tacto tan exquisito que evitó cualquier violencia.