Cursó estudios en el Seminario de León, licenciándose posteriormente en Derecho en Madrid.
Valbuena, de profundas convicciones religiosas, apoyará en sus artículos la causa del carlismo, lo que le obligará a exiliarse en Francia en 1871.
[3] No sería hasta 1883, cuando comenzaría su labor de crítica literaria, que le granjeó odios y amores en el mundo académico, siendo considerado el crítico más duro del país junto con Leopoldo Alas «Clarín».
Hizo auténtica literatura creativa, apoyando sus creaciones en la realidad asumida de unos defectos -"ripios"- que cualquier lector enterado podía ver.
[...]Valbuena fue - y sigue siendo - un literato auténtico cuya categoría, como es claro, habría que calibrar».