Antonio de Paz fue un escultor salmantino nacido a finales del siglo XVI y fallecido en 1647.
Hermano del también escultor y ensamblador Andrés de Paz.
Se desconoce en el taller de qué escultor inició su formación si bien hay que destacar que el la época seguían en activo en la ciudad las labores de escultores que labraban la piedra de la arquitectura plateresca y la escuela escultórica surgida en Salamanca entre finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, caracterizada por la influencia del manierismo de Juan de Juni y del romanismo italiano.
La Cofradía encargó en 1617 a Pedro Hernández y Antonio de Paz la realización del Sepulcro, junto con un ángel y las tres Marías para la procesión del Domingo de Resurrección, todas ellas en la ermita de la Vera Cruz.
El retablo se terminó en 1635, participando en parte del ensamblaje Andrés de Paz, quedando arrasado por un incendio en 1854.