Concluida la Guerra Civil, se trasladó a Madrid, con veintisiete años.
En la capital de España invirtió en varios negocios, con el dinero que había ganado en África.
Por aquel entonces, el sándwich de ensaladilla se hizo famoso en Madrid y supuso un revulsivo para dicho establecimiento.
[2] La primera tienda, situada en la plaza Callao, se convirtió, con el paso del tiempo en la cadena de alimentación denominada Rodilla extendida por toda la ciudad en la década de los setenta.
En 1972, Antonio Rodilla hijo abrió un segundo establecimiento, en la calle de la Princesa.