Antonio Añoveros Ataún

Dos años después pasa a desempeñar el mismo puesto en Cádiz, diócesis de la que es preconizado obispo titular en 1964.La tesis central de la homilía decía: "El pueblo vasco tiene unas características propias... Entre las que destaca su lengua milenaria.Esos rasgos dan una identidad específica dentro del conjunto de pueblos que constituyen el Estado español.[3]​ El gobierno puso en marcha el destierro para Añoveros, acusado de lanzar ataques subversivos contra la unidad nacional.Ante la negación del obispo a abandonar el país, alegando que sólo lo haría bajo órdenes directas del papa Pablo VI, la Conferencia Episcopal, con su presidente, el cardenal Tarancón a la cabeza, acomodándose ya a los nuevos tiempos, amenazó con la excomunión (asunto importante, dada la confesionalidad del régimen) y el general Franco -ante las ya deterioradas relaciones con la Iglesia que ponían en peligro el Concordato de 1953- distendió la situación.