Fue profesor en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, colaboró con importantes arquitectos como Elías Rogent, Lluís Domènech i Montaner y Josep Maria Jujol.Su arquitectura es coherente y une una técnica depurada con un exhaustivo sentido decorativo, que utilizó como lenguaje para afianzar el sentido nacional de Cataluña.Como los otros arquitectos de su generación, diseñó muebles, mosaicos, esgrafiados, cerámicas lisas y volumétricas para revestimientos, letras, banderas y estandartes ―son famosos el de los Juegos Florales y la bandera del Orfeón Catalán―.Fue también responsable directo de los obradores artesanales instalados en el Castell dels Tres Dragons, según la idea de Domènech i Montaner.Desde joven tuvo problemas cardíacos consecuencia de los cuales murió en 1903.