Estos tratamientos trabajan minimizando la tensión superficial, resultando una película que esparce el agua, lo que facilita su evaporación, evitando la formación de gotas individuales y reduciendo así la capacidad de mojar del líquido condensado.[1] Los agentes antivaho fueron inicialmente desarrollados por la NASA durante el Programa Gemini, para las viseras utilizadas por encima del casco.Más tarde, todos los vuelos del programa Gemini incluyeron la solución antivaho para ser aplicada antes de cada paseo espacial.[5] Los agentes antivaho normalmente están disponibles como soluciones en espray, cremas y geles, y toallitas húmedas impregnadas, mientras que recubrimientos más persistentes son a menudo aplicados durante procesos de fabricación más complejos.Esta solución abre nuevas posibilidades, ya que a diferencia de los agentes antivaho tiene un rendimiento mucho más alto.