Dado que alcanzó gran fama internacional, su nombre se adaptó a diferentes idiomas: en inglés, sir Anthony van Dyck; en español, Antonio o Antón van Dick.Llegó a ser el primer pintor de corte en Inglaterra tras una larga estancia en Italia.[3] Su abuelo Anton (1529–1581), tras haberse dedicado a la pintura, se dedicó al comercio de la seda; a su muerte, su mujer, Cornelia Pruystinck continuó la actividad del marido, rodeada de sus hijos Francisco y Fernando.El padre de Anton, Franchois, se casó en segundas nupcias, en 1590, con Maria Cuypers.Las obras realizadas por van Dyck durante esta primera estancia en Inglaterra son muy diferentes de las que había hecho hasta entonces en Flandes.En Amberes, reconvertida recientemente al catolicismo, Antoon tenía la posibilidad de realizar solamente telas con carácter religioso o retratos.Cuando Van Dyck comunicó su decisión de partir a Italia, Rubens le regaló un caballo para el viaje y le dejó numerosas cartas de presentación para pintores y mecenas.[13] Fue en Italia donde creó un estilo refinado y elegante que caracterizó su obra durante toda su vida, así como un tipo de retrato «inmortal» en el que los nobles son captados con porte orgulloso y figura esbelta.Antoon acogió la invitación y se trasladó a Sicilia, donde retrató al virrey; poco tiempo después la ciudad de Palermo fue atacada por una terrible epidemia de peste que mató al mismo Emanuel Filiberto.Durante el período de permanencia en Génova, Van Dyck se dedicó a hacer retratos.[19] Los primeros meses se caracterizaron por una gran producción religiosa: Antoon, ferviente católico, se unió a la confraternidad de los célibes, creada por los jesuitas de Amberes, que le encargaron también dos retablos, realizados entre 1629 y 1630.Además, Van Dyck realiza también seis Crucifixiones, un Llanto sobre Cristo muerto y una Coronación de espinas.La dama aparece confiada, consciente de la propia belleza, con un vestido precioso y elaborado.A través de su intermediario Sir Endymion Porter, el rey adquirió la tela con carácter mitológico Rinaldo y Armida, que según los historiadores motivó el deseo del rey de contratar al pintor.[24] El pintor preferido del rey era Tiziano y en Van Dyck veía a su heredero: antes de que llegara Van Dyck a Londres, en la corte de Carlos trabajaban ya numerosos pintores, como el anciano Marcus Gheeraerts el Joven, retratista de Isabel I, Daniel Mytens y Cornelis Janssens van Ceulen.Carlos había encontrado finalmente al pintor de corte que deseaba desde hacía años.Además, desde su ascenso al trono, Carlos I había buscado introducir en su corte a artistas de diversas nacionalidades, en particular italianos y flamencos.La tela más famosa de Carlos junto a su familia es el Greate Peece, de formato enorme y que representa al rey y a la reina sentados: junto al soberano está en pie el pequeño Carlos II, mientras entre los brazos de la reina está sentado James II.La reina también pidió varios retratos entre los que destaca La reina Enriqueta María con el enano Jeffrey Hudson, en el que Enriqueta con vestidos de cacería es representada en compañía de su enano, Jeffrey Hudson.[31] En la casa de Van Dyck vivió también su amante, Margarey Lemon, retratada varias veces en representaciones alegóricas o mitológicas.Los primeros contactos entre Rubens y el joven van Dyck se remontan a 1615, cuando Anton abrió un taller personal.Durante los años de colaboración actuaban del siguiente modo: Rubens buscaba los encargos, preparaba los borradores y los diseños preparatorios, pero luego era Van Dyck quien ejecutaba la pintura.[38] Otras fuentes en cambio muestran a Van Dyck como admirador sincero de Rubens en su juventud, que identificaba como un modelo para sus pinturas, pero que con el pasar del tiempo había llegado a ser una presencia demasiado fuerte en la pequeña realidad de Flandes, tanto que le obligó a buscar fortuna primero en Inglaterra y luego en Italia.Esta tela se caracteriza por un fuerte sentimiento de participación, insertado en una delicada y lírica atmósfera idílica.Así fue que a Van Dyck le encargaron numerosísimos retratos, individuales o de grupo.Entre los retratos de grupo del período genovés el más conocido es La familia Lomellini.La pintura representa a los dos hijos del rey de Invierno, Federico V, llegados a la corte de su tío Carlos I buscando ayuda financiera y militar para su padre, en el exilio en La Haya.Carlos I es representado con el bastón de mando militar en la mano mientras fija al observador con una mirada entre resignada y combativa.El primero hará cualquier cosa para recuperar la dignidad de su padre, combatiendo incluso contra su tío, Carlos I, que había rechazado darle apoyos militares, mientras que el segundo se quedará en la corte inglesa y combatirá durante la guerra civil.El personaje que más veces aparece en los retratos realizados por Van Dyck es sin duda, Carlos I Estuardo, rey de Inglaterra y su mecenas-protector.