Antepara o andapara son los nombres que recibe en el País Vasco el depósito de agua o presa[1] que alimenta la ruedas o turbina de los ingenios hidráulicos.
[2] El antropólogo vasco Bernardo Estornés Lasa lo da como sinónimo de «saetín» y «canal del molino», aunque algunos estudios lo consideran exclusivo de las ferrerías.
Dispone de un aliviadero por donde desborda el agua sobrante.
Presión, fuerza y caudal se regulaban por el «ferrón», desde el interior de la ferrería.
Aunque documentadas arqueológicamente, no se han conservado en Guipúzcoa anteparas de madera.