Ángel Vicente Peñaloza

Además adoptaron a un huérfano, hijo de un familiar llamado Indalecio Peñaloza, que se casó luego con Eudosia Flores Vera.[2]​ Los unitarios le impusieron como segundo jefe al coronel Joaquín Baltar, que resultó una pésima influencia.Al año siguiente regresó como parte de una campaña organizada por los exiliados unitarios desde Chile.Pero, entendiendo que su causa no tenía sentido, pidió y obtuvo protección de Benavídez.El presidente ordenó una intervención federal a la provincia, ordenando a Peñaloza que la apoyara militarmente; no tuvo necesidad de combatir, pero ocupó con sus montoneras la ciudad de San Juan.[3]​ En el curso del mismo año un movimiento local puso en caos la provincia de La Rioja.[4]​ Después de Pavón, en 1861, el interior del país quedó abierto a los porteños y sus aliados.Regresó a La Rioja, perseguido por sus enemigos, que los derrotaron en varias batallas; los oficiales prisioneros eran fusilados, mientras muchos soldados eran torturados y degollados.La represión fue increíblemente feroz, y eso mismo dio fuerzas a los federales para seguir luchando.Cuando llegó la hora de cambiar prisioneros, se dice que Peñaloza entregó los suyos, pero no recibió ni uno: todos sus hombres habían sido degollados.Esto llenó de indignación a Peñaloza, ya que los hombres que lo acusaban de asesino y ladrón, habían violado todos los códigos militares, asesinando a prisioneros rendidos.Logró varios éxitos en San Luis, Córdoba, Catamarca y Mendoza, e incluso depuso al gobernador riojano.A fines de marzo, el Chacho escribió al presidente Bartolomé Mitre:El llamado a la lucha se hacía en nombre de Urquiza, con cuya ayuda contaban, pero este no apoyó en nada la revuelta, e incluso la condenó en público.Poco después Peñaloza obtuvo una efímera victoria, cuando el 10 de junio se produjo en Córdoba una revolución, encabezada por el partido federal —apodado "ruso"— y los liberales moderados, que depuso al gobernador Justiniano Posse; este había sido impuesto el año anterior por la fuerza de las armas del ejército nacional comandado por Paunero.[8]​ En noviembre de 1863 el vencedor Irrazábal lo persiguió hasta Los Llanos, pero mientras lo buscaban Peñaloza se rindió al comandante Ricardo Vera en Loma Blanca, paraje aledaño al pueblo de Olta, entregándole su puñal, la última arma que le quedaba.Poco después, el poeta Olegario Víctor Andrade escribía en su homenaje uno de sus poemas más bellos.A mediados del siglo XX, la provincia de La Rioja lo convertía oficialmente en un héroe.
Soldados del Chacho Peñaloza tomados prisioneros por Irrazábal en 1863.
Monumento ecuestre en honor al "Chacho"; se halla localizado en la ciudad de Olta , provincia de La Rioja , Argentina.