Confina a reos de alta connotación pública cuyos delitos no sean considerados violentos.
Posee una capacidad máxima de 15 individuos, y cada celda —cuya superficie bordea los 4 metros cuadrados— alberga un camarote o litera para dos personas.
No hay ventanas, por lo que toda luz es artificial.
Cuenta con un solo baño común, cuya higiene está a cargo de los propios reclusos.
[5][6] Adquirió especial revuelo público en marzo de 2015, tras albergar en régimen de prisión preventiva a los imputados por el escándalo financiero y político denominado caso Penta o «Pentagate».