En 1726, el médico y naturalista suizo Johann Jakob Scheuchzer describió un ejemplar fósil procedente de Öhningen (distrito de Constanza, Alemania)[2] identificándolo como Homo diluvii testis (en latín «hombre testigo del Diluvio»),[3] creyendo que se trataba de restos de un hombre que pereció ahogado durante el Diluvio universal.
En 1802 el ejemplar fue adquirido por el Museo Teylers de Haarlem (Países Bajos), donde se conserva desde entonces.
[2] En 1831 se clasificó como Salamandra scheuchzeri por Holl y seis años más tarde la especie fue asignada a un nuevo género, Andrias, por Tschudi.
La nueva combinación, Andrias scheuchzeri, recuerda tanto a Scheuchzer como a su atribución humana: «el hombre de Scheuchzer».
En la satírica novela de ciencia ficción del escritor checo Karel Čapek La guerra de las salamandras (1936), descendientes de Andrias scheuchzeri pretenden dominar el planeta.