En su juventud se dedicó al comercio minorista en la ciudad de Buenos Aires.
Durante la gobernación de Juan Manuel de Rosas hizo grandes negocios con importaciones desde Europa y con el tráfico a través del río Paraná.
Continuó prestando servicios de provisión del Ejército Argentino durante la rebelión jordanista iniciada en 1870.
Entre las posibles razones que dieron origen a perdida de A. Lanús destacan también las crisis financieras del 1873 y 1890, ambas con un profundo impacto negativo sobre la Argentina.
Su atribución al partido de Lanús fue recuperada a mediados del siglo XX, a partir de la nueva denominación otorgada al municipio.