Destaca por actividad empresarial en México y por su presidencia del Club Atlético Osasuna.
Con el tiempo ascendió a gerente y, años después, fue socio de la fábrica La Reforma en Salvatierra (Guanajuato).
Finalmente fundó la llamada Alta Lana, en la que trabajaron sus hermanos Juan y Julio, además de numerosos navarros.
A dichas negociaciones protagonizadas por los embajadores españoles en Estados Unidos, Portugal, Cuba y Guatemala, se sumarían otros importantes personajes industriales y comerciales españoles en México, como Ambrosio Izu, quien participó en los mencionados encuentros.
Por último, en su trayectoria en dicho país, llegó a ser consejero en 1956 del Banco Español Mexicano.
Su condición de mecenas le valió también la presidencia del Club Atlético Osasuna en 1935.
Su dirección continuó hasta 1940 (1935-1940), pero debido a sus largas ausencias en México dirigía el club el vicepresidente Ángel Lazcano.
O en 1954, cuando junto con otros empresarios navarros afincados en México, regalaron un autobús para los desplazamientos del equipo.
En lo que respecta a Biurrun, utilizó su posición de influencia para liberar al párroco del pueblo, don Tadeo Muruzábal, enviado preso durante la Guerra Civil al Fuerte de San Cristóbal.