Vio hundirse al práctico y, a la izquierda la nave pequeña ardiendo antes de despejar el puerto.
Tres días después, los torpedos del Kraken echaron a pique un petrolero y un vapor e infligió daños a un submarino costero japonés.
Entonces se convirtió inmediatamente en el mejor buque del Arma Submarina y casi en el único (se le apodó como el “S-treinta y único” en referencia a su numeral (S-31)), recibió su nuevo nombre en honor al almirante Mateo García de los Reyes, primer comandante de la división de submarinos de la Armada Española.
No era un buque de último modelo, pero era tal el atraso del arma submarina en la Armada Española que supuso una auténtica revolución.
transfirió otros 4 submarinos de la clase Balao a España.
En octubre de 1969, participó en las maniobras hispano-francesas Faron IV en aguas cercanas a Barcelona,[1][2] con la presencia del entonces príncipe Juan Carlos de Borbón y Borbón a bordo del Dédalo (R-01).