Pósito

Posteriormente, se fueron generalizando en todas partes y se pusieron en cada pueblo bajo el gobierno y administración de una junta compuesta por el corregidor, alcalde mayor u ordinario, un regidor, el diputado más antiguo, el procurador síndico del común y un depositario o mayordomo con asistencia de un escribano elegido por el ayuntamiento.[2]​ Este tipo de préstamos durante periodos de la historia debe ponerse en relación con los préstamos a interés, que en la Edad Media realizaban los judíos, ya que para un cristiano o un musulmán sería pecado de usura (para los judíos también, cuando se prestaba a otro judío, pero no cuando era a un cristiano o musulmán).Las actividades financieras desde finales de la Edad Media fueron haciéndose más complejas para evitar esa calificación, y se basaban en la concesión de hipotecas (censos) o la deuda pública (juros).En el siglo XVIII se intentó basar en los pósitos otros proyectos financieros o impositivos de la Corona, que terminaron en fracaso.Salvando las distancias, sería lo que en la economía contemporánea llamarían una intervención anticíclica en el mercado.
Pósito de La Guardia, Toledo
Pósito de Campo de Criptana.