Aunque la comunidad actual es apenas una fracción de lo que alguna vez fue, todavía existen muchos edificios e iglesias alemanes en la región, y algunos se han convertido en museos.
La victoria del Imperio Ruso bajo Catalina la Grande en la Guerra Ruso-Turca de 1768-1774 aseguró su expansión en el Cáucaso.
Sirvieron, además, como escudo humano frente a todas las tribus saqueadoras que asolaban esas regiones.
Al ser testigo de la opresión que sufrían los campesinos locales, ya sea por pertenecer a diferentes sectas protestantes no luteranas, o por su participación en movimientos separatistas, los invitó a radicarse en el Virreinato del Cáucaso para formar colonias agrícolas.
[1] AL poco tiempo se estableció otro grupo de alemanes en las cercanías del río Asureti, fundando la colonia Elisabethtal.