Durante las dos primeras décadas del siglo XX es un personaje habitual de los ambientes musicales madrileños, e, influenciado por las nuevas corrientes musicales llegadas de Londres y Estados Unidos, participa activamente en el montaje de las primeras comedias musicales, revistas y espectáculos de cabaret en Madrid.
También destaca por sus composiciones, entre las que destaca el pasodoble La Lola, interpretado por muchas estrellas musicales de ese tiempo.
En 1920 casa con Carmen Ruiz Casaux, hermana del discípulo favorito de su padre, el violonchelista Juan Ruiz Casaux.
De este matrimonio nacen tres hijos, siendo su primogénito el economista José Luis de Mirecki.
Durante la guerra civil española permanece en la capital, siguiendo su actividad musical durante el asedio, y al terminar la contienda reingresa en la Orquesta Sinfónica de Madrid, donde permanece hasta su jubilación.