Alejandro I era hijo del conde Gerardo III de Jülich.
Fue elegido por el pueblo y pagó 7000 libras al emperador Enrique V del Sacro Imperio Romano Germánico.
Resistió desde Huy pero Frederico, con la ayuda de su hermano Alberto II, conde de Namur, consiguió vencerle y Alejandro tuvo que someterse.
A la tercera, en 1228 finalmente obtuvo el báculo al que aspiraba desde tantos años.
Alejandro se retiró a la abadía de san Gil, en la que murió el 6 de julio del mismo año.