A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituyó en municipio constitucional en la región de Castilla la Vieja[2] que en el censo de 1842 contaba con 31 hogares y 124 vecinos.
Hacia mediados del siglo XIX, el lugar, por entonces con ayuntamiento propio, tenía contabilizadas 50 casas.
Un árbol genealógico que abarca a parte del pueblo ha sido desarrollado y dejado como legado de la historia humana de este pueblo.
Eusebio Sotillos consiguió retroceder hasta el siglo XVII en alguna de las ramas en sus investigaciones.
[7] Su economía se basa fundamentalmente en la agricultura, la viticultura, encontrándonos con numerosas bodegas tradicionales excavadas en roca donde se hacía y guardaba el vino y la ganadería principalmente ovina.