A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Castilla la Vieja[2] que en el censo de 1842 contaba con 81 hogares y 326 vecinos A finales del siglo XX[3] este municipio desaparece porque se integra en el municipio de San Esteban de Gormaz, contaba entonces con 99 hogares y 325 habitantes.El gran atractivo de esta población radica en sus dos iglesias consagradas respectivamente a San Martín y a San Ginés, magníficos ejemplares del románico soriano.Las Bodegas son unas instalaciones que distan de muchos años atrás, incluso siglos.Es tradicional en este sentido, sobre todo en las noches de verano, que se vaya a desayunar, almorzar, merendar, o cenar a ellas sentándose en los tablones que se encuentran en la entrada principal de las mismas.Hoy en día, ya es habitual que los vecinos construyan "merenderos" para así poder sentirse un poco como en su propia casa y así cobijarse del mal tiempo o el mismo sol sofocante del verano.