Alcibíades Sáenz Barsallo
También asistió al Centro de Altos Estudios Militares (CAEM).[1][9] Los especialistas criticaron sus metas como punitivas e incumplibles, y hasta el mismo FMI criticó al Perú por no cumplirlas, a lo que el gobierno respondió declarando persona non grata a la representante de dicho organismo.[8] El escenario del Perú era dramático: la devaluación estaba descontrolada, las reservas eran prácticamente inexistentes, no tenía crédito financiero.Y por añadidura, tras la represión del paro de 1977, el movimiento sindical había expandido su accionar, más aún, cuando la política del gobierno afectaba severamente a los trabajadores en sus derechos laborales y en sus ingresos.[8][10] Ante estas circunstancias adversas, Sáenz se vio obligado a renunciar el 15 de mayo de 1978 y en su reemplazo fue nombrado como ministro Javier Silva Ruete.