Su estilo único y personal, no encaja en ningún movimiento concreto.
Se le llamó muchas veces "árido e incomprensible".
Sin embargo, su apuesta radical por una poesía despojada e impersonal logró convertirse en fundamental para poetas de las últimas generaciones.
Tradujo a numerosos poetas ingleses y estadounidenses, entre ellos T. S. Eliot, Wallace Stevens, Robert Frost, Robert Lowell[1] y William Carlos Williams, con lo que logró dirigir la atención hacia la lírica anglosajona contemporánea en un medio donde gravitaban más los poetas vanguardistas franceses.
Para el compositor Alberto Ginastera escribió el libreto de la ópera Beatrix Cenci (basada en la trágica y real historia de la joven Beatrice Cenci) en 2 actos y 14 escenas.