También fue conocido como al louarn (el zorro, en lengua bretona).
Refugiado con su padre Mathuédoi, conde de Poher, junto al rey de Inglaterra Eduardo el Viejo, desembarca en el continente, a instancias del abad Juan de Landévennec, que dirigía una colonia bretona en Montreuil[1] y con ayuda del rey inglés Athelstan, en Dol, en el campo de Péran en las cercanías de Saint-Brieuc y Plourivo, en el año 936,[2] reconquista a los vikingos el estuario del Loira y la mayoría de las plazas bretonas en 937 (Batalla de Kerlouan)[3] y logra hacerse nombrar «Brittonum dux» en 938.
Este día se convertirá posteriormente en la fiesta nacional bretona.
Renuncia al Cotentin, Avranchin y Mayenne, pero Luis IV de Francia reconoce como contrapartida que Establece alianzas con el carolingio Luis IV de Francia, a quien conoció durante su exilio en Inglaterra, y con el conde de Chartres Teobaldo I de Blois.
[5] De una relación con una dama noble de nombre Judith[6] tuvo otros dos hijos ilegítimos, con edad suficiente para que hacia el 945 suscribieran junto a él un contrato: