Fue creada para intentar solventar la debilidad en caballería que tenían las Legiones, formando unidades regulares de jinetes.
Las alae se reclutaban de entre las personas no ciudadanas del Imperio -peregrini-, particularmente entre los pueblos menos romanizados del Imperio, como tracios, astures,[1] mauros o panonios, y que tenían especiales habilidades en el arte de la equitación.
En un principio estaban bajo el mando de un comandante sin ciudadanía romana del pueblo al que perteneciera la unidad, pero tras el siglo I pasaron a ser dirigidas por un praefectus alae proveniente del ordo equester, quien cumplia con elllo su tertia militia.. A comienzos del Imperio, las alae estaban adscritas a una legión, pero a lo largo del siglo I fueron asentadas en campamentos independientes -castellum alae- en los diferentes limites del territorio romano.
En el exterior, solía existir una instalación termal y un terreno despejado amplio para el entrenamiento.
A partir de finales de la época Flavia, se crearon algunas unidades Alae Milliriae o alas miliarias, formadas por 24 turmas de caballería, con 720 jinetes, y eran dirigidas también por un praefectus alae, pero que en este caso desempeñaba una quarta militia.