Limes

En Europa se ubicaba a lo largo de los ríos Rin y Danubio, para aprovechar el cauce de estos caudalosos ríos como fronteras naturales.

Para completar esta frontera natural, los romanos construyeron grandes murallas fronterizas que se levantaron a partir de finales del siglo I en aquellas zonas que no se podían defender eficazmente de las cada vez más frecuentes invasiones bárbaras, aunque las defensas más importantes y más estructuradas son del siglo II.

Cada cierta distancia, se unía una torre o cualquier otra fortificación a la muralla.

Los limites solían atraer a los comerciantes, y las familias de los soldados se instalaban también en las cercanías, por lo que a la larga se convirtieron en núcleos de población romana (a pesar de estar expuestos a las incursiones extranjeras) y en centros de intercambio comercial y cultural entre latinos y bárbaros.

Originalmente, la palabra limes designaba en latín a cualquier camino vigilado por patrullas fronterizas.

Reconstrucción de una torre de vigilancia romana en el Limes Germanicus ( Alemania ).