El proyecto se ha desarrollado bajo la dirección personal del enólogo italiano Alberto Antonini.
[3] Varios inmigrantes europeos llegaron a Médanos al principio del siglo XX, trayendo consigo la tradición vitivinícola.
[4] El terroir de Médanos que tradicionalmente se había dedicado a pasturas y al cultivo del ajo tiene similitudes llamativas con Burdeos, Francia en términos de las características del suelo, el clima y su proximidad al mar.
[5] En el año 2000, se plantó una hectárea y media de forma experimental con nueve varietales.
[7] Una primavera ventosa contribuye al desarrollo de una piel más gruesa que le da un color intenso y mucho cuerpo a estos vinos.