Segundo hijo de al-Mutádid, se convirtió en heredero cuando su hermano mayor fue mandado ejecutar por su padre por supuesta traición.Esta anexión supuso una amenaza para la taifa de Toledo, cuyo rey, al-Mamún, apoyó a un aventurero, Ibn Ukkasha, que en 1075 se apoderó de la ciudad y ejecutó al joven príncipe.Sin embargo, el emir almorávide Yúsuf ibn Tasufín, requerido en África, volvió a su reino.Al-Mutamid fue depuesto por el emir almorávide en 1091 y desterrado a África, donde murió en 1095[2] (en Agmat, en las inmediaciones de Marrakech).Al levantarse una ligera brisa sobre el río, dijo al-Mutamid: Ante lo cual esperaba la respuesta de su compañero.Sin embargo, Ibn Ammar no tuvo tiempo de responder, puesto que ambos oyeron una voz femenina que completaba la rima: (Traducción de Miguel José Hagerty en Al Mu‘tamid: Poesía.Al-Mutámid quedó inmediatamente enamorado, la llevó a su palacio y la hizo su esposa, tomando el nombre de Itimad.Cuando al-Mutamid fue depuesto, Rumaikiyya partió con él al exilio, junto a otros miembros de su familia.