Con el crecimiento de la ciudad, al-Baqi' acabó integrado en ella y al lado oeste había casas.
Mahoma eligió el solar anexo como cementerio y Es'ad fue el primer individuo entre los Ansar en ser enterrado en al-Baqi.
Cuando su pequeño hijo Ibrahim murió, mandó que fuera enterrado allí también; regó la tumba y llamó al sitio Zawrā.
[4] La primera ampliación de al-Baqi' en la historia fue hecha por Muawiyah I, el primer califa omeya.
El histórico cementerio fue demolido por las fuerzas leales a la alianza wahhabi-saudí en 1806 y otra vez en 1925 o 1926.
[6][8][9] El suceso provocó la indignación de todo el mundo musulmán y las autoridades otomanas una vez consiguieron expulsar a los wahabíes, procuraron la reconstrucción de los monumentos empleando los mejores materiales y estilo arquitectónico tradicional.
[6] Tanto suníes como chiíes protestaron contra la destrucción y organizaron reuniones al respecto anualmente.