Con la incorporación del estado cosaco al Imperio ruso, Ojtyrka obtuvo derechos de ciudad en 1703.
Con la incorporación del estado cosaco al Imperio ruso, Ojtirka obtuvo derechos de ciudad en 1703.
El monasterio creció significativamente gracias a las donaciones de los zares Alejo I y Pedro el Grande.
Particularmente relevante fue el procesamiento del tabaco en las fábricas, siendo este lugar el primero en el Imperio ruso en 1718.
Después de que Catalina II ordenara el cierre y destrucción del monasterio, se dieron instrucciones para comenzar la reconstrucción en 1842.
A finales del siglo XIX, los habitantes se ganaban la vida principalmente con la producción de sebo, velas, cuero y cerámica.
[5] La central térmica también sufrió graves daños a principios de marzo, donde hubo al menos cinco muertos.
Además, el edificio de la estación quedó completamente destruido y tuvo que ser demolido.
Fue atribuida en el pasado a Bartolomeo Rastrelli, aunque en la actualidad se cree que fue obra de Dmitri Ujtomski, en colaboración con S. Dudinsky.
La construcción es única en su solución tridimensional y no hay otra igual en la arquitectura barroca ucraniana.
Existe una conexión con la línea ferroviaria entre Járkov y Sumy a través de un ramal.