Afanasi Ordín-Nashchokin

Hombre incorruptible, hizo gala de una gran rectitud moral e intelectual.

Nombrado para el alto mando, participa en la guerra ruso-sueca (1656-1658), donde hizo muestra de una gran habilidad.

Ya en esta época Ordín-Nashchokin gozaba de una reputación excelente en Rusia, comprendiendo perfectamente la cultura y los problemas alemanes.

En 1657, Alejo I lo nombra ministro plenipotenciario a cargo de las negocios con los suecos sobre el río Narva.

En 1660, Ordín-Nashchokin fue humillado por la huida de su hijo Voyn Afanásievich a Europa Occidental.

Ordín-Nashchokin dirigió los preparativos del congreso abortado de Durovicha, que debía reunirse en 1664, con el que pretendía finalizar las hostilidades entre rusos y polacos (Guerra Ruso-Polaca de 1654-1667).

Durante toda la duración de su carrera política, Ordín-Nashchokin debió llevar a cabo una estrecha y constante lucha contra la rutina, e igualmente contra el recelo que encontraba entre los boyardos y clérigos del Consejo.

Afanasi Ordín-Nashchokin se retiró al monasterio Krypetski, situado a 23 km de Pskov.

En 1679, hizo una breve aparición con ocasión de las negociaciones con Polonia pero volvería a vivir, centrándose en las obras piadosas, en su monasterio, donde le sobrevendría la muerte en 1680.

Afanasi Lavréntevich Ordín-Nashchokin.
Monasterio Krypetski en la óblast de Pskov