Una dehesa es un bosque formado por encinas, alcornoques u otras especies, con estrato inferior de pastizales o matorrales, donde la actividad del ser humano ha sido intensa en prácticamente la totalidad del entorno, que generalmente está destinado al mantenimiento del ganado, a la actividad cinegética y al aprovechamiento de otros productos forestales (leñas, corcho, setas, etcétera).
[1] El término dehesa viene del latín defesa (defensa), pues los primeros pobladores en la reconquista hacían vallados para proteger los rebaños alojados en ellas.
Si hay alcornoques, el corcho se recolecta cada 9 a 12 años, dependiendo de la productividad del sitio.
La dehesa es el sistema agroforestal en el que se cría el cerdo ibérico, una variedad de puerco muy apreciada por su excelente calidad.
Los cerdos viven al aire libre y se alimentan de las bellotas que dejan caer los árboles Quercus.