[7] Estos eventos produjeron un encuentro entre Milosevic y el presidente croata, Franjo Tudjman en la localidad serbia de Karađorđevo.
[7][5] Ningún representante bosnio participó en estas conversaciones, que se celebraron de forma bilateral entre serbios y croatas.
"[9] Más tarde, en 1993, el político croata Slaven Letica recordó esta reunión, afirmando que "hubo varios mapas sobre la mesa.
"[7] Tras Karađorđevo, Franjo Tudjman opinó que sería muy difícil para Bosnia poder sobrevivir, y que los croatas iban a hacerse cargo de zonas como Cazin, Velika Kladusa y Bihać.
[8] Tuđman argumentó que Bosnia-Herzegovina debía formar parte de la unidad federal croata, porque estaba vinculada históricamente a Croacia.
[13][14] Hrvoje Šarinić, emisario de Tudjman en los contactos con Milosevic, negó que hubiera existido un acuerdo formal.
El tratado tenía la intención de limitar el conflicto entre serbios y croatas y ponerlos más cerca de la anexión definitiva del territorio bajo su respectivo control.
En medio de las posesiones serbias y croatas quedaría un pequeño "estado tapón" bosnio, el presidido por Alija Izetbegović.