[3][4][5] Nótese que al aplicar un enfoque paliativo que pretende ser integral, es el paciente el que debe situarse en el centro de un dispositivo alrededor del cual pueden llegar a participar un número a veces elevado de especialistas, técnicos, y acompañantes, cuyos respectivos roles deberían estar interrelacionados y coordinados entre sí.En efecto, en 1925, el Dr Richard Cabot publicó un artículo en el Survey Graphic, sugiriendo que los candidatos aspirantes a desempeñarse como pastores, recibían una formación similar a la ofrecida por la escuela de medicina.[6] En los años 1930, Anton Boisen[7] desarrolló un programa que se orientaba en este mismo sentido.[8] Y en 1963 fue fundada la American Association of Pastoral Counselors,[9] con la finalidad de proporcionar una formación certificada a los pastores acompañantes.[29][30] Las experiencias terapéuticas, de consejería y orientación, desde la perspectiva rogeriana, en líneas generales presuponía el trato con personas normales, que ocasionalmente se enfrentaban a problemas externos o que por ejemplo sufrían desequilibrios emocionales.Y probablemente esto es posible, porque el enfoque no directivo o centrado en el cliente, además de ser una técnica aplicable a tal o cual problema, constituye una concepción del ser humano y de las relaciones interpersonales, que trascienden los límites del consultorio para conformar una teoría sobre el "buen vivir", esto es, sobre el "vivir plenamente, en constante superación, con apertura a todas las experiencias, sin miedo, con capacidad de elección y de responsabilizarse por lo elegido".Una de las particularidades que pueden llegar a tener los cuidados paliativos, es la participación del voluntariado.[41] El concepto teológico por cierto continúa existiendo, principalmente bajo la nueva denominación de « diálogo pastoral », aunque con cierta tendencia a querer distinguir y separar el enfoque de la psicología, del señalado « diálogo pastoral » considerado como una « antropología bíblica al servicio del creyente ».Jacques Salomé por ejemplo, en su obra sobre el sujeto, lo define de la siguiente manera.El profesional entonces es considerado un consejero, y por lo general las opiniones del paciente no son muy tenidas en cuenta.Se desarrolla bajo la forma de una discusión o intercambio no controlado ni planificado.El profesional fundamentalmente escucha, e incita al paciente a encontrar sus propias respuestas.Por ende, es necesario realizar evaluaciones rigurosas adicionales que examinen los efectos de estos programas.
Carl Rogers
Un grupo de encuentro.
Entrevista CCI en donde es el cliente el que está a cargo de la sesión.