[4]Como disciplina científica, se sostiene que la Teología Práctica surgió a principios del siglo XIX.
En la actualidad, se considera que el análisis científico de la religiosidad cristiana realmente vivida en la iglesia y la sociedad constituye la tarea especial de la Teología Práctica, que cada vez más se entiende como una ciencia empírico-analítica en analogía con las ciencias sociales y humanas.
El paso decisivo de la sapientia (en latín, "comprensión", "sabiduría") a la scientia (en latín, "conocimiento", "ciencia" - derivado de scire, "saber", "entender") fue superar una pastoral teológica más orientada hacia la ética profesional y la "sabiduría".
La Teología Práctica trabaja como una ciencia empírica con los métodos establecidos de la investigación social, la psicología/psicología profunda y los procedimientos hermenéuticos.
[6] Según lo articulado por Richard Osmer, [7]las cuatro tareas o preguntas clave que debe plantear la teología práctica son: