Los ácidos biliares son moléculas anfipáticas (moléculas que son a la vez solubles y no solubles en agua) con un esqueleto esteroidal que son producidas por las células del hígado a partir del colesterol.
[1][2][3] Los ácidos biliares están compuestos de un anillo ciclopentanoperhidrofenantreno tetracíclico que contiene tres anillos de seis unidades (A, B y C), un anillo de cinco unidades (D), un núcleo esteroidal y una cadena alifática lateral corta.
Tienen una acción catártica suave, mejoran el drenaje biliar y evitan la presencia de infecciones, ya que la bilis es un excelente caldo de cultivo.
Con gran frecuencia aparecen conjugados con glicina y taurina.
[4] Recientemente se está viendo que además son moléculas relevantes en la señalización celular y que actúan tanto en el hígado como en otros órganos y tejidos.