La acequia, que data al menos del siglo XIII, ha estado en operación desde tiempos medievales siendo su construcción, uso y mantenimiento un punto importante de la historia de las diferentes localidades que abastece.
En la actualidad riega 4500 hectáreas[1] gracias a un sistema de acequias que se ramifica desde la principal.
La acequia nace en el azud de Camarera, del que recibe el nombre.
Este azud desvía agua del río Gállego entre los núcleos de Ontinar y Zuera.
[3][5] Después llega al partidor, que divide la acequia en dos ramales finales: La fundación de la acequia suele atribuirse popularmente a 1263, justificándose su nombre en una hipotética concesión a un camarero del rey Jaime I el Conquistador.
[9] Así, las primeras menciones documentales a la acequia indican su uso en 1383 por las localidades más cercanas al azud (Zuera, San Mateo y Peñaflor),[10] si bien algunas referencias del siglo previo ya apuntan al riego de partidas que precedieron a Villamayor con "agua de Peñaflor".
[15] En 1581 consta un conflicto entre dichos regantes y los ganaderos de Perdiguera, que abrevaban en la acequia,[16] con numerosos pleitos similares en el siglo XVII dada la importancia de la acequia también para la ganadería en la zona.
[20] Sin embargo había disputas entre los regantes sobre si reparar el azud existente o construir uno nuevo.
El desnivel en San Mateo de Gállego fue empleado para una central hidroeléctrica por la sociedad Electra Camarera.