El afrecho abarataba enormemente el pan, que se destinaba sobre todo como alimento para perros, o para los más pobres de la sociedad.
Monlau indica también que acemita (acabado en -a), es una palabra «muy usada en Andalucía y otras provincias» para referirse al «pan hecho de acemite, que en catalán es denominado pa de prims».
Ya que la letra س ('s') es una consonante solar, el artículo al- pasa a pronunciarse como as-, que en el español se ha acoplado a la palabra en sí: acemite.
Sin embargo, según el lexicógrafo Sebastián de Covarrubias (1539-1613), acemite es una palabra derivada de «ácimo» (del latín, azȳmus; a su vez del griego antiguo, ἄζυμος azymos), que es el nombre que reciben los panes sin levadura.
También incluye la flor de harina como segunda acepción, pero la clasifica como término anticuado.